Salimos de Dali y luego de 8 horas en bus transitando rutas de montaña de la Provincia de Yunnan, subiendo a 3300 msnm, ya estábamos en la China Tibetana en el corazón del Himalaya y nos encontramos con el increíble pueblo de Shangri La que nos enamoró apenas llegamos, fue renombrado así desde 2002 en honor al escritor James Hilton y su a novela Horizontes Perdidos. Es un pueblo que perdió mas de 200 casas antiguas en un incendio producido por 2 turistas que dejaron la estufa prendida (ambos en prisión) afortunadamente no dejaron víctimas. Sigue teniendo su encanto y continua la leyenda luego de la novela donde se dice que nadie muera en Shangri La.
Para los 3 fue muy emocionante ver por primera vez juntos banderas de oración Tibetanas flameando en las casas, calles, templos y pagodas. Banderas de oración que hace tiempo nos acompañan en nuestra casa.
Callecitas empedradas, casas de madera, plazas y gente con rasgos tibetanos hacen de este un pueblo diferente donde no te sentís en China.
Buscamos un hostel recomendado en algunos blog, el Tabern 47, manejado por Jun, un coreano que salió a dar la vuelta al mundo y a los 15 días de su salida llego a Shangri La, se enamoró y acá está desde ese momento con este hostel y su mujer china también tiene un restaurante. Jun nos explicó todo lo que podíamos hacer durante nuestra estadía, el lugar es como un refugio de montaña, muy cálido y con unas hamburguesas de yak impresionantemente ricas.
Caminar por este pueblo es bárbaro, un templo tibetano frente a la plaza principal con la rueda de oración más grande del mundo, dar vuelta 3 veces esta rueda, como dice la tradición, hace elevar las plegarias que están escritas a su alrededor y esto se hace más efectivo si a la vez se recita el mantra ” om mani padme hum”, locales y turistas hacen girar constantemente esta enorme rueda que realmente genera una gran paz y armonía con todo lo que te rodea.
Shangri La nos sigue sorprendiendo, a las 19 hs, todos los días de la semana se empieza a escuchar música tibetana en la plaza y dos o tres mujeres con sus trajes típicos comienzan a bailar y a los 5 minutos la plaza está completa de gente bailando en ronda al son de esta música tan pegadiza a la que no pudimos escaparnos. Al igual que en la rueda de oración, gente del lugar, trabajadores, turista, niños, todos formaban parte de esta fiesta. No hubo día que no dejamos de disfrutar de este momento.
El paisaje de la plaza lo completaban unos yaks y unos enormes perros tipo San Bernardo listos para pescar al turista con la foto del lugar, al mejor estilo Bariloche.
No podíamos dejar de visitar el monasterio tibetano más importante del suroeste de China, Ganden Sumsteling Gompa, se llega tomando el bus público N3 a 100 mts del estacionamiento de la Ciudad Antigua. El Monasterio fue construido hace 300 años, replica más pequeña del Palacio de Potala en Lhasa (capital del Tibet), está formado por 20 templos y 20 casas donde viven casi 600 monjes qué se ven por el lugar trabajando, rezando, comiendo y estudiando. Completa la majestuosidad de este Monasterio el lago ubicado en frente con pasarelas, puentes y pequeñas estupas desbordadas de banderas de oración, desde allí se puede tener la postal perfecta. Hay tantas cosas para hacer en la zona que nos dividimos, Moo fue al Monasterio y Fede y Eduardo subieron hacia el Chicken Temple (Templo de las gallinas), humo de incienso, ofrendas, banderas al viento y gente sonriendo, una buena caminata que nos llenó de energía.
Descanzando en el Hostel, escuchamos hablar español (que no nos pasaba desde hacia tiempo) en la mesa de al lado y a los dos minutos estabamos compartiendo una cerveza con una maravillosa pareja de venezolanos, Chini y Miguel, que hace 3 años se cazaron y dejaron todo para dedicarse a vender artesanías en piedra que fueron aprendiendo en el camino y a viajar principalmente por China, con ellos aprendimos mucho de este país y pudimos confirmar que feliz es la gente cuando hace lo que le gusta.
Shangri La fue uno de esos lugares en nuestro recorrido donde pasamos mas tiempo del que teníamos planeado y fue poco.
Si bien teníamos algunos vuelos fijos aunque podíamos cambiarlos pagando una penalidad, estábamos libres de quedarnos en cada lugar el tiempo que creíamos necesario aunque siempre nos faltaron días.
GARGANTA DEL SALTO DEL TIGRE
Viajando hacia Lijiang nos desviamos para recorrer las Tiger Leaping Gorge (La garganta del Salto del Tigre), ya el camino fue impresionante con los acantilados de 2000 mts de altura, durante el trayecto el bus hace una parada para pagar la entrada a las gargantas y desde ahí hay varios sitios donde se puede bajar hasta el rio o realizar un trekking de 3 días. Nosotros optamos por dirigirnos hasta un Hostel, dejamos el equipaje y salimos para realizar un mini-trekking y bajar hasta el río Yangtze de una longitud de 6300 km con un caudal medio de 1.800.000 m3/s. Es el tercer rio más largo del Mundo luego del Amazonas y el Nilo (los cuales Eduardo ya ha navegado), en China todo es impresionante y pensar que se dice “Brasil país mais grande do Mundo”. En los caminos hay algunos lugares donde los pobladores te cobran una especie de peaje que sirve al mismo tiempo para acondicionar algunos cables, escaleras o puentes de rocas en el medio del río.
El camino de una hora descendiendo finaliza con la majestuosidad de la fuerza de este río que desciende entre paredes de montañas de mas de 5000 mts. (Yulong Xue Shan de 5596 mts. y Haba Xue Shan de 5396 mts.) , en el medio una gran piedra a la que se llega por un puente (con peaje también), dice la leyenda que un tigre saltó sobre ella escapándose de su cazador.
Volvimos al Hostel a recuperar las mochilas, comer algo y prepararnos para continuar nuestro recorrido en bus.
LIJIANG
Llagamos a esta antigua ciudad al noroeste de la provincia de Yunnan famosa por sus canales y puentes organizados desde hace más de 800 años. La Ciudad Antigua nos atrapo con un laberinto de calles empedradas, antiguas casas de barro cocido, piedra y sus techos de tejas típicos de la etnia Naxi que fueron los pobladores del lugar. Al fondo se ve la Montaña del Dragon de Jade (555 mts) de donde baja el agua que corre por los canales y acequias.
Nos alojamos en un Hostel ubicado en una callecita que desembocaba en una de las entradas a la Ciudad Antigua, se paga una entrada de 80 yuanes que sirve para toda la semana, después de las 18:30 hs el acceso es libre.
Había mucha gente por todas partes ya que eran vacaciones, pero esto también lo hacía mas pintoresco, negocios de ropa, de artesanías en acero, de souvenir, de instrumentos musicales, de té florales (no dejamos ninguno sin probar!!), pequeños hoteles con jardines internos repletos de flores y una calle muy movida con bares y restaurantes donde se escuchaba la música en vivo desde afuera. Recorriendo el borde de los canales y cruzando puentes se llega a la Calle de la Plaza que divide la ciudad antigua de la moderna donde está la gran Noria, símbolo de Lijiang.
China nos sigue sorprendiendo y es un país donde se aprende caminando por sus calles y sentándose en una plaza a observar a su gente.
permanentemente los seguimos , Eduardo y Flia, estamos disfrutando cada nota de ustedes. Abrazo
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Gracias Alberto por seguirnos!!
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