-Pasamos unos días en Kuala Lumpur trabajando sobre el itinerario futuro, el estudio de Fede y algo de descanso y partimos hacia la Isla de Penang. Como siempre nos movilizamos en transporte público porque nos hace estar más en contacto con la gente local y también por economía. Siempre que se puede preferimos caminar a pesar del calor ya que es otra forma de ver cosas que pasarían inadvertidas si fuéramos en taxi.
En el KL Sentral (estación que concentra la mayoría del transporte: bus, monorail, tren, subte, etc) tomamos el metro que nos lleva a la estación Bersepadu Selatan y luego el bus que tardaría 7 horas en llegar a Penang, cruzando a la isla por el puente más largo de todo el país de solamente 13,5 km !!!!! Como es habitual en el sudeste asiático los buses no llegan a las ciudades, llegan a una terminal en las afueras o simplemente a una parada en la calle y después hay que buscar un bus local para llegar a destino. Hay otras opciones para llegar hasta Penang con un bus que llega hasta Butterworth (en el continente) y de ahí cruzar en ferry directamente a Georgetown.
Ya instalados en el hostel salimos a investigar de qué se trataba esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y no nos defraudó!!
Georgetown es una ciudad colonial con reminiscencias británicas, su mayor atracción son los murales intervenidos que se pueden encontrar por toda la ciudad, hay un plano que indica los más conocidos, solo caminando por las calles sin apuro, van apareciendo estas obras de arte al igual que los turistas en los trishaw (bicicleta con un carro adelante). Hay que tener paciencia para tomar una foto, pero tuvimos suerte y nos divertimos mucho.

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También fuimos encontrando por estas callecitas esculturas de hierro muy simpáticas que explican nombre de cada calle a través del arte.
Esta ciudad también se caracteriza por la buena comida… y tampoco nos defraudó!! Hay grandes patios de comidas con puestos de diferentes regiones, una barra para pedir las bebidas (como el exquisito licuado de dragón), una cerveza Tiger o Calsberg y un escenario donde cada noche varios cantantes animan el lugar con el característico karaoke asiático, muy divertido!!
Callecitas y callejones con arcadas, casas antiguas esparcidas por toda la ciudad, el barrio Chino, Littile India, la Mesquita y la Iglesia Cristiana nos siguen demostrando que Malasia es un gran encuentro de culturas que viven en armonía.
Como siempre, preguntando y preguntando descubrimos el CAT bus con el cual te movés por toda la ciudad sin pagar 1 ringit (moneda de Malasia), así fuimos a la terminal de bus para comprar el ticket a Krabi (Tailandia, nuestro siguiente destino), al centro comercial para nuevamente llevar la compu a arreglar (por suerte esta vez era solo tema de configuración del sonido) y al pueblo flotante que se encuentra en el puerto.
En Penang se encuentra el Parque Nacional de Penang que está a 22 km de Georgetown, la entrada es gratuita y es uno de los Parques Nacionales más pequeño del mundo. Tiene 2 senderos entre la jungla que terminan en unas playas de arena blanca, la Monkey Beach (donde se puede bañar) y la Turtle Beach que es la que conocimos ya que nos dieron que es más salvaje y menos visitada. El recorrido es de 1 hora y media con gran variedad de plantas, infinidad de sonidos de pájaros e insectos, uno que otro mono o ardilla voladora saltando de árbol en árbol, algún lagarto cruzándose entre los matorrales y un lago meromíctico, fenómeno que aprendimos en ese preciso momento, son lagos formados por agua dulce y salada que por su densidad no se mezclan, hay 19 lagos de este tipo en todo el mundo. Empapados de calor y humedad llegamos a la Turtle Beach, que placer esa arena!!! Pero Oh sorpresa, imposible bañarse porque está plagada de medusas…
El nombre de esta playa se debe a que allí hay una Reserva nacional de Tortugas, pudimos ver 6 pequeñísimos bebes de 2 días de vida que los mantenían en unas piletitas hasta poder introducirlas al mar.
Esta playa cuenta con un gran lugar de acampe, curiosos por naturaleza queríamos ver cómo era este espacio y nos encontramos con una escuela secundaria de campamento por 3 días. Compartimos un rato con profesores y alumnos charlando sobre nuestra experiencia familiar y aprendiendo nosotros un poco de la escolaridad malaya.
Nuestro últimos día en Georgetown lo aprovechamos para visitar el pueblo flotante en el puerto y para a realizar varias tareas domésticas como llevar la ropa a lavar, experiencia nueva para Fede de ver las máquinas lavadoras y secadora a monedas. También Eduardo se tomó un tiempo para ir a la peluquería, aunque suene extraño… y quedó mejor que cuando se lo cortan las mujeres de la casa!!!
Que mejor forma de despedirnos de Malasia que disfrutando del ultimo karaoke!!
Fede, que lindo e interesante que es todo. Cuando regreses prepárate para darnos una charla de tus vivencias alrededor del mundo en tero!!! Jajaja besos a mami y abrazos al negrito pelado!!! Gus
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Gracias Gus!!
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